Colombia dio lección de democracia

Por Moisés Banguer… el Sáb, 08/10/2016 - 12:17pm

Por Moises Banguera Pinillo

El domingo 2 de octubre me dirigí como siempre a cumplir con el sagrado deber del voto para pronunciarme sobre si apoyaba o no los acuerdos de la habana. Fui el primer votante de la mesa de la cual fui jurado y lo hice con la convicción extrema de estar apostando a un país mejor, con paz justa, estable y duradera, fiel a mis principios y valores.

 

Jamás pensé que él NO ganaría, por toda la maquinaria, el sublime nombre de la paz, la enorme publicidad del gobierno, la intromisión extranjera etc, inclusive para curarme de la derrota advertí que me sentiría tranquilo si él NO sacara más de 3.500.000 votos. A la mitad de la jornada electoral presentí una leve esperanza de poder pasar de los 4.000.000 de votos por el NO, debido a que veía mucha gente nueva votando y presentí que un votante abstencionista no iba a sentir emoción votar a favor de Santos, pero si podía sentir emoción por votar en contra de las farc o a favor de Uribe.

Al final de cuenta gano el NO, sorpresivo pero real por ser un voto limpio sin mermelada, sin buses, sin trasteo y a conciencia, equivocado o no, pero contundente. Fue una lección de democracia, el pueblo les dijo a sus dirigentes que cuando no perturban su decisión, cuando actúa libre es mucho más grande que ellos.

El triunfo del NO fue lo mejor que le pudo pasar al país. Demuestra que en Colombia se pueden hacer elecciones limpias cuando los corruptos se creen el cuento de las encuestas; también demostró el NO, que los colombianos rechazamos la intervención extranjera, que no nos gusta el premio al crimen y la arrogancia de los gobernantes.

Pasado el guayabo del SI, la sorpresa de todos los colombianos, la incertidumbre de la farc, el triunfo del pueblo sobre sus gobernantes. Es necesario  reflexionar sobre el resultado y darle una lectura perfecta para buscar el bien superior, una paz justa, equilibrada, estable y duradera, que una a la mayoría de colombianos, que se refleje en el diario vivir del colombiano del común, que castigue aun que con dulzura el crimen y que de ejemplo a las futuras generaciones.

El paso con humildad y patriotismo que dio el gran colombiano Avaro Uribe en llamar a palacio y pedirle cita al presidente de la republica a pesar de ser Santos el perdedor, es altamente significante para la vida republicana de Colombia, a partir de allí debiéramos tejer la bandera de Colombia y enarbolar los símbolos de la nación como un engendro de reconciliación, paz, entendimiento  y comprensión en medio de la diferencia.

Como ya lo dije vote por el NO y sentí un gran alivio porque con mi voto descolgué de la constitución colombiana 297 páginas, que considero contienen un 70% de puntos rescatables pero un 30% de puntos nocivos para la tranquilidad de la vida democrática de la republica, pero este triunfo sin duda nos unirá como nación. Le pedimos grandeza al que por ser el símbolo de la unidad de la nación le entregaron el premio nobel de paz, que es de todos los colombianos, para que respete el resultado de las urnas y que no nos vaya a mamar gallo, a tratar de tiburones a los que votamos por el NO, ni nos vaya a creer estúpido como siempre suele hacerlo y con una tripleta de ases desconozca el resultado del plebiscito.

También le pido de corazón a quienes lideraron el NO, principalmente al Dr. Álvaro Uribe Vélez el hombre más querido por los colombianos de a pie,  ser coherente con la posición de la mayoría de los del NO, votamos NO, porque teníamos reparos sobre algunos puntos, pero queremos la paz negociada para el país sin claudicar ante los violentos, “negociada es tu das, yo doy”. Por ejemplo, queremos 5 a 8 de cárcel sin elegibilidad política para los responsables de delitos atroces. Al negociar podíamos convenir 5 años de cárcel descontando 2 años del tiempo de estar en la Habana, recluidos en granjas agrícolas con condiciones penitenciarias y elegibilidad una vez queden en libertad. Norma que debe extenderse por una sola vez a todos los condenados en Colombia.

Estoy convencido que el domingo pasado gano el país, gano la nación, gano la republica, gano la democracia, gano la soberanía, gano la familia, gano la independencia, gano Colombia. Demostramos que como hace 200 años no aceptamos la injerencia de forasteros, que a pesar de la violencia de muchos años no premiamos el crimen y nos apegamos al estado de derecho, que no aceptamos que un bien supremo como la paz nos la impongan como les da la gana.

Es el momento para que el SI y el NO sean uno solo… “COLOMBIA”… que los enemigos sean quienes nos quieran imponer modelos fracasados, sean los violentos que no han dado muestra de arrepentimiento; debemos vencer la corrupción llevándola a sus justa proporciones, debemos cambiar nuestra dirigencia obsoleta.

La conquista será hacer la paz con la salud, la educación, la solidaridad, la economía, el desarrollo sostenible, la democracia perfecta, la equidad y fundamentalmente cerrar la brecha entre pobres y ricos; entre mujeres y hombres; entre las ciudades y la periferia……….esa es la paz que los jóvenes deben empezar a construir y los mayores, dejar que se construya….. Lamentablemente el país hoy marcha en torno a jubilados.

Lo mejor que pudo pasar el 2 de octubre de 2016 fue el triunfo limpio del NO, dejo cristalina nuestra constitución y nos floreció la solidaridad y la hermandad entre los colombianos, hoy somos más soberanos que nunca y vamos a salir fortalecidos como nación y como país. Tino, Tino Santos ojo con jugar con candela!

Nota: La ley de Licores debe interpretarse como un llamado a las licoreras oficiales para que formen un bloque competitivo de mercado, que les permita trabajar unidades como si fuera un solo aguardiente y un solo ron, que la competencia no es entre ellas, sino contra las bebidas foráneas, contra el falsificado, contra el contrabando y contra la corrupción.  Si no reaccionan y siguen confiadas, paquidérmicas, sin dolientes y sin reingeniería fracasaran como los del SI, añoraremos el articulito que se le hundió al Senador López.

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