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Moisés Banguera Pinillo
De acuerdo con la convención marco de las naciones unidas sobre cambio climático (CMNUCC), “este se entiende como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos”.
Según Wikipedia, “un cambio climático se define como la variación en el estado del sistema climático terrestre, formado por la atmosfera, la hidrosfera, la litosfera y la biosfera, que perdura durante periodos de tiempo suficientemente largos hasta alcanzar un nuevo equilibrio”.
Medio ambiente, “es un sistema formado por elementos naturales y artificiales que están interrelacionados y que son modificados por la acción humana….”
Desde inicio de la humanidad los seres vivos para su subsistencia por fuerza de supervivencia han estado obligados a modificar esos elementos naturales, ha sido y es necesario utilizar los minerales, los vegetales, los animales, el agua, la tierra etc.
El cambio climático sí existe, ha existido siempre y es un fenómeno natural, que, como fenómeno, así como puede traer un proceso sistémico de calentamiento de la tierra, también puede llevar a un proceso de enfriamiento o sostenimiento. En consecuencia, la acción humana no es determinante para cambiar el clima, etimológicamente solo la fuerza de la naturaleza lo puede hacer, lo está haciendo y las manecillas del reloj pueden detenerse o girar al lado contrario.
El medio ambiente hay que cuidarlo porque hace parte de nuestro entorno, de la supervivencia, del ecosistema y del desarrollo sostenible. Y hay mucha diferencia entre medio ambiente y cambio climático.
La agenda globalista con su ambición de formar gobernanza supranacional se ha inventado una agenda de miedo como el calentamiento global, entre otras, para imponer agendas ocultas como la despenalización del aborto, la despenalización de las drogas, la ideología de género, la moda gay, la eutanasia, feminismo etc.
Todo esto nos lleva a pensar que el objetivo fundamental es atacar la soberanía nacional, la familia y el cristianismo.
Para acabar con la soberanía nacional se utiliza la educación para destruir en la enseñanza las cátedras de historia y civismo para que los jóvenes no aprendan de nuestros héroes el amor a la patria, a la nación, por lo tanto, no sientan patriotismo. También, se impulsan las protestas para formar el caos y traspasar fronteras. Además del endeudamiento excesivo, como pasó en Chile y Perú.
La familia se ataca a través de impulsar el feminismo, el homosexualismo y el aborto. Además de restringir el crecimiento de los hogares limitando el nacimiento de niños con el aborto extendido, y coincidencialmente llegó el virus Covid 19 para exterminar en su gran mayoría al adulto mayor.
Y al cristianismo a través de la ideología de género.
Lemas como la defensa de la mujer a disponer de su cuerpo, profundizar el libre desarrollo de la personalidad, a la protesta son loables; pero esta navidad no es del todo cierta, porque al final lo que se quiere es recortar libertades como lo estamos viendo hoy con la pandemia al restringir la movilidad, el confinamiento, el empadronamiento y la utilización a profundidad de las tecnologías como la introducción de 5G, inteligencia artificial etc.
Hay que estar atentos de estos fenómenos, sin querer nos pueden estar llevando a un marxismo moderno.
Con el miedo al calentamiento global nos privan de la industrialización, de los recursos naturales y se nos llevan las materias primas para devolverla en producto terminado con valor agregado con el objeto de incrementar la demanda.
También nos prohibirán de comer carne, dulces y vegetales.
Con temas como la renta básica, reducción de la pobreza, disminución de los recursos naturales obligaran a los países a endeudarse con los fondos multilaterales como pasó en el Perú y otros países producto de la pandemia, con el objetivo de minar su independencia y obligarlos a cumplir su agenda.
Habrá intervencionismo para violentar la voluntad popular a través de tecnologías en los sistemas de elección en los estados que se oponen a esta agenda, como probablemente está sucediendo en los Estados Unidos.
Comprender o analizar a profundidad el nuevo orden mundial que se está tejiendo, orden que destruye el concepto de familia, de soberanía, de libertad plena, de patriotismo. Hará entender porque Trump aumentó su votación en 10 millones de votos, se comprenderá el lenguaje de Bolsonaro, del presidente de Hungría, de Putin y el imperio chino.
También podrá entender el alcalde de Cali que, estar de acuerdo con Donald, siendo negro, es una posibilidad.
El nuevo orden mundial se insinúa que lo defienden o lo inspiran las naciones unidades, la organización del tratado del Atlántico Norte y la comunidad económica europea.
En la agenda del nuevo orden mundial hay temas que benefician a la población como la reducción de la pobreza, la conectividad, el cuidado del medio ambiente. Lamentablemente quiere destruir valores como el estado – nación, soberanía, la familia y libertades plenas.
En la época de la independencia de América, los patriotas la salvaron de las invasiones europeas, ahora los patriotas salvaremos al mundo del nuevo globalismo disfrazado de agenda progresista. Para eso es necesario girar al capitalismo consciente, a la fraternidad entre empresarios y trabajadores, al estado austero, a fortalecer el núcleo familiar, a la autoridad, al orden y a la cohesión social.
Las ideologías no son el camino, el camino es el sentido común.