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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.
Los efectos de la crisis económica agravada con la pandemia del COVID-19 es quizás uno de los aspectos que más golpea la situación social de los trabajadores y empleados en todo el mundo capitalista globalizado, con la reducción de sus salarios mientras se aumentan la intensidad y la jornada laboral y con ello se modifican las condiciones de trabajo mas beneficiosas para el desarrollo de la actividad laboral.
En Colombia la actividad laboral no es ajena a estos cambios que traen consigo nuevas cargas laborales que asumen los trabajadores que ahora laboran mas de 8 horas diarias desde sus hogares y deben además proveer por su cuenta de los insumos e instrumentos de las nuevas tecnologías para cumplir con sus obligaciones, adecuar sus viviendas como lugares de trabajo aumentándose el consumo de energía, acordes con los planes de trabajo diseñados por las empresas en donde laboran.
A lo anterior se suma la situación que han vivido y que viven con la suspensión de sus contratos de trabajo y con el retorno a su actividad laboral después de varios meses a partir de los cuales se les ofrecen tan solo el 70% de su salario inicial, lo cual constituye un abuso del derecho de parte de los empresarios que ocupan una posición dominante en el mercado laboral y obligan a los trabajadores y empleados a tener que aceptar dichas imposiciones ya que su vida y la de sus familias dependen de su salario, particularmente en aquellas circunstancias de crisis económica en donde cunden el desempleo y la informalidad.
Esta situación se agravará aún mas con la introducción de nuevas tecnologías TICs, mediantes las cuales se reemplaza el trabajo vivo y presencial por el trabajo remoto y virtual de cientos de trabajadores y empleados que pasarán a ocupar el ejército de los desocupados del país que crece en la sociedad capitalista en medio de la crisis económica y social, la cual es aprovechada por algunos sectores empresariales para explotar el trabajo humano y multiplicar sus ganancias frente a la quiebra de decenas de empresas que no pueden recuperarse y tendrán que cerrar definitivamente sus negocios, renunciando a sus emprendimientos.
Esto apunta a que para fines del 2020 el desempleo ascienda a una cifra aproximada a los 5 millones de personas en todo el país y la contracción de la economía sea del 5.5% pudiendo repuntar al 6.6% para el año 2021 según estimativos del Ministro de Hacienda, que por supuesto no será suficiente para mitigar el gran impacto de la crisis, lo cual podrá ser muy dramático si para el inmediato futuro se produce una nueva oleada del COVID-19 con el rebrote de la pandemia tal como sucede en algunos países de Europa, Estados Unidos, etc.
Entre tanto el gobierno del presidente Duque no descarta para el próximo año 2021 la posibilidad de modificar el régimen laboral, pensional y tributario, so pretexto de cubrir el gran déficit fiscal y presupuestal del Estado que comprometerá 2 puntos del PIB del 2022.
La resultante de un lento y desigual crecimiento de la economía es de mayor desempleo y pobreza.
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social