Jesucristo, rey del universo
Hoy cerramos el ciclo litúrgico con la celebración de Cristo Rey,(20 de noviembre, último domingo del año litúrgico) celebración que sirve de bisagra entre el final del presente ciclo, al que pone el broche, y el nuevo.
Hoy cerramos el ciclo litúrgico con la celebración de Cristo Rey,(20 de noviembre, último domingo del año litúrgico) celebración que sirve de bisagra entre el final del presente ciclo, al que pone el broche, y el nuevo.
En este domingo XXXIII del tiempo Ordinario, 13 de noviembre, queridos lectores, las lecturas nos orientan al camino de la verdad. Como bien proclama la lectura de Malaquías 3, 19-20, si tratamos a nuestros cercanos con hostilidad, con engaños, mentiras… no seremos hijos del Padre misericordioso y no caminaremos en la luz.
La palabra de Dios de este domingo 32 del Tiempo Ordinario, 6 de noviembre, cuando aún está muy reciente la conmemoración de los fieles difuntos, sigue insistiendo en el misterio de la vida después de la muerte
Jesús avanza en su viaje a Jerusalén seguido de sus discípulos. El término inmediato de esa marcha es la ciudad donde va a padecer, morir y resucitar. Este camino por el que Jesús lleva a los suyos terminará finalmente en el Padre de los cielos, traspasada la frontera entre la muerte y la vida, por la resurrección.
“Este domingo 30 del tiempo ordinario 23 de octubre, Jornada Mundial de las Misiones, Jesús nos invita a detenernos con el evangelista Lucas en esta parábola del fariseo y el publicano para que revisemos nuestra actitud y postura ante Dios, desterrando de nosotros toda soberbia
El tema central de este domingo es la oración. La primera lectura, tomada del libro del Éxodo nos ilustra, a través de la figura de Moisés que mantiene las manos alzadas hasta la puesta del sol, la importancia de la perseverancia en la oración.
Tanto en la primera lectura como en el Evangelio de este Domingo 28 del Tiempo Ordinario, 9 de octubre, se nos habla de dos personajes que fueron curados de la lepra. En el primer caso, por la intercesión del profeta Eliseo; en el segundo, por el mandato de Nuestro Señor Jesucristo
El evangelio de Lucas nos invita a hacer el camino con Jesús hacia Jerusalén. El texto que leemos hoy marca el término de la segunda etapa de ese camino. Tiempo oportuno para hacer balance y retomar fuerzas para seguir caminando.
El tema de la Palabra en la Liturgia de este Domingo 26 del Tiempo Ordinario- 25 de septiembre - es la justicia social como exigencia del Evangelio.
Después de pasar un verano sacudido por incendios, por los rebrotes del coronavirus, por las dificultades para llegar a fin de mes debido la subida disparatada de los precios, iniciamos una nueva etapa.
Hablar de Dios siempre ha resultado problemático para el hombre, pues su experiencia de Él es ambigua y confusa: nunca parece quedar claro qué es revelación o qué es proyección apriorística de categorías humanas.
Querer conocer, querer saber ha sido siempre aspiración del ser humano. Ahora bien, cuando tal conocimiento se refiere a lo que supera el ámbito natural nos encontramos en una situación imposible a partir de nuestro conocimiento humano
En un contexto social que sigue marcado por la exclusión frente al privilegio, en el que parece interminable la fila de quienes se esfuerzan por alcanzar los primeros puestos, la Palabra de este domingo 22º del tiempo ordinario, nos invita a tener “un oído atento”
Las preguntas importantes del hombre y la mujer actual difieren, seguramente, de las de la antigüedad. La preocupación por la salvación definitiva, por lo que vendrá después de la muerte era importante en el tiempo de Jesús, pero hoy en día, no lo es
Hoy volvemos a escuchar un evangelio de gracia, pero molesto. Jesús comienza el viaje a Jerusalén, presentando las exigencias que conlleva para El y cuantos lo siguen. De esta manera, nos sorprende hablando de sí mismo, de su misión y su destino, con palabras misteriosas: Fuego, guerra, división.