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Con nostalgia y tristeza, debemos reconocer que Medellín nos cogió ventaja como ciudad, por dónde lo mire y cómo lo mire. En los gobiernos de Carlos Holmes, German Villegas, Rodrigo Guerrero y Mauricio Guzmán, Cali y Medellín estaban empatados, como ciudades emulaban en muchas áreas, por ejemplo los paisas venían a aprender de EMCALI, seguridad, civismo y cultura ciudadana, mientras nosotros reconocíamos su ventaja en desarrollo industrial, infraestructura vial, catastro, etc. Pero ahora, la ventaja de los antioqueños es descomunal, casi que en todos los frentes.
Si bien es cierto que ocho años de gobierno de Uribe Vélez se generó una mayor inversión para Antioquia, también es cierto que dimos papaya desde el Alcalde Cobo hasta la fecha, es decir cuatro Alcaldes con sus Concejos más la dirigencia empresarial y gremial, que no atendieron con una verdadera gerencia la orientación de la ciudad. El atraso nos cabe la responsabilidad a todos por acción o por omisión.
La ventaja de Medellín es ostensible en transporte masivo, servicios y presupuestos públicos, deporte, turismo, inversión social, cultura ciudadana, internacionalización y ante todo como metrópoli. Todo este desequilibrio se produjo en tan solo 15 años de decrecimiento caleño. Y ahora nuestra dirigencia política se sigue repartiendo las aspiraciones pensando en grupos políticos y no en la ciudad menos en región. Parece que no observáramos el problema.
Y qué decir de su Gobernador Luis Alfredo Ramos de talla nacional, con dirigentes como Sergio Fajardo y Aníbal Gaviria, probados todos en el buen gobierno, mientras nosotros perdimos el norte, haciendo coaliciones politiqueras y de esa manera Medellín se nos fue
Nota: Columna publicada en el DIARIO OCCIDENTE.