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Ramiro Varela M
Metrópoli
En el estado, una buena gestión, caracterizada por alto nivel técnico, seriedad y honorabilidad, puede opacarse en segundos y eso le pasó al Ing. Oscar Pardo, como responsable de las Empresas Municipales de Cali, cuando se demoró 6 días en explicar lo inexplicable.
El problema por supuesto no es el ejecutar un modelo aprobado por su junta directiva, de Abastecimiento estratégico MAE, para reorganizar una empresa sin doliente durante los 14 años de intervención, lo delicado estuvo y está en no denunciar con la rapidez del rayo, de la existencia de una suplantación de identidad al interior de funcionarios de entidades contratistas de Emcali, con acceso a información privilegiada.
Pardo tuvo el papayaso de tener horas para decir la verdad de lo que pasaba con empleados de Baliza S.A.S., entidad encargada de investigar, observar, denunciar y reorientar procesos administrativas , en este caso de vigilancia. Pero prefirió esperar explicaciones de su contratista, cuando por la gravedad de los hechos ésta se logra en minutos.
Días después trata de persuadirnos con el argumento, de que la suplantación de identidad, es una cultura empresarial en este tipo de contratos, lo que no es fácil de digerir, deberá demostrarlo públicamente con las autorizaciones legales que le permiten éste tipo de trabajo clandestino e ilegal. Allí nos cabe la reflexión, de que lo bueno y conveniente, muchas veces no es legal y le toca enfrenar el debate político y seguramente el judicial.
*Columna publicada en el Diario Occidente