Calles para la gente

Por Benjamin Barne… el Sáb, 17/12/2011 - 7:24pm

Por Benjamin Barney Caldas

Hay que insistir en que las calzadas se regularicen dándole el sobrante a los andenes, los que deberían ser solo para caminar. Así los carriles para los vehículos serían continuos y del mismo ancho, y no como sucede ahora, cuyo desorden entorpece su circulación. Y deberían agregarse o desagregarse, a lo largo de carriles de entrecruzamiento, en lugar de juntarse o dividirse como ahora obligando a hacer maniobras agresivas y ocasionando accidentes. ¿Por qué aquí no se estaciona alternativamente (semanal o quincenalmente) a un solo costado de las calles para liberar así los otros carriles como se hace en todo el mundo? Y en casos como el del Parque del perro, habría que estacionar a 45º  frente al parque, con lo que se duplicarían los puestos y no habría carros trepados a los andenes enfrente de los comercios, restaurantes y garajes. Los terceros o cuartos carriles de muchas avenidas se deberían destinar a ampliar los andenes y a hacer ciclovías (que es como se llaman). Y muchas calles del Centro, Versalles, Granada y San Fernando, tendrían que tener solo un carril ancho que permita parar pero no estacionar, como se ha propuesto para San Antonio.

También los andenes se pueden ampliar pavimentando la franja verde que muchos tienen, pues los árboles pueden quedar muy bien en alcorques que sean simples huecos, franja que muy probablemente se tomó de Estados Unidos en donde se la usa para disponer la nieve que se recoge en ellos. Es imperativo que los andenes sean diseñados, construidos y mantenidos por el Municipio, como ya lo hace con las calzadas, y no los particulares, que suelen hacer en ellos lo que se les da la gana y como se les da la gana. Que se arboricen con pocas y probadas especies, como eran los de El Centenario, Versalles o Miraflores. Y por supuesto hay que insistir y que la señalización vial sea seria, pues ahora cerca de la mitad es antitécnica y hasta ridícula, y en que se levanten los policías acostados y se hagan más pasos pompeyanos de verdad, pues muchos de los pocos que se han hecho no están en el eje de la circulación respectiva y nadie los usa, y en cambio se estacionan carros en ellos. Igualmente, hay que bajar los andenes en semicírculo y no apenas en esas estrechas rampas con giros de 180º como para malabaristas en silla de ruedas.

Igualmente, en los semáforos de las vías arterias se debería dejar un espacio adelante para que las motos no invadan los pasos peatonales, como ya se ha propuesto. Y las “cebras” habría que diferenciarlas de ellos o mandarlas de una vez por todas al Zoológico pues aquí nadie sabe qué son ni para qué sirven y si lo saben no las respetan: que los peatones corran pues en Cali carro mata peatón. Y hay que insistir en que en lugar de aparatosos y costosos intercambiadores viales y de los feos puentes peatonales, que muchos no puede usar, que interrumpen los flujos peatonales, se pongan semáforos sincronizados y con tiempo para los peatones, y que los puentes peatonales que sean ineludibles tengan ascensor. Es lo que las comunidades deberían pedir en lugar de repetir como si fuera un mantra que exigen más puentes peatonales. Tal vez el problema sea que muchos en Cali se descrestan con ellos pese a que en todas las ciudades civilizadas solo los hay en sus periferias sobre las vías férreas. Pero aquí ya ni siquiera tenemos tren y nunca tuvimos tranvía.

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