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Por Luis Hernan Ocampo G.
Esta semana la Administración de Cali anunció en Blu Radio que llevaría al Concejo de Cali un acuerdo para adoptar un cobro para quien no quiera la restricción del pico y placa, así como lo propuso el Alcalde Enrique Peñalosa en el Plan de Desarrollo de Bogotá, de acuerdo con la Ley http://goo.gl/Bkykth. Tal como sucedió en Bogotá, inmediatamente llovieron críticas y confusiones sobre la propuesta, por no haberse explicado aún bien en sus alcances, implementación técnica y sus objetivos.
Ciudadanos, expertos y concejales consultados por la emisora expresaron varias razones para oponerse o poner en duda la medida. Unos dijeron que era “clasista” pues discriminaba a quien no pueda pagar, otros por razones que parecen obvias dijeron que aumentaría el trancón, otros reclamaron por los efectos ambientales causados por el aumento de carros en las vías. Lo que me preocupa es que se dio una confusión que vale la pena aclarar, pues según la emisora, el saliente director de Planeación León Darío Espinoza dijo que estos cobros por congestión ya estaban contemplados en el Plan de Ordenamiento Territorial.
Ingreso a la zona de cobros por congestión del centro de Londres
Imagen tomada de https://en.wikipedia.org/wiki/London_congestion_charge
La más clara diferencia entre la propuesta de cobrarle a quien no quiera tener la restricción del pico y placa y los cobros por congestión de Londres o Singapur es la localización. Quien pague por no tener pico y placa, tendrá derecho a congestionar por toda la ciudad, mientras el cobro por congestión solo da derecho a hacer trancón en zonas específicas como el centro.
Otra diferencia entre las dos medidas se da en sus objetivos. La Alcaldía de Cali ha dicho que cobrar por no tener pico y placa ayudaría a financiar el MIO, mientras los cobros por congestión no se hacen para recaudar más dinero sino para desincentivar el uso del vehículo particular. La financiación de la tecnología que monitorea quien entra a estas zonas genera una tarifa altísima que no puede pagar todo el mundo, por tanto disuade a las personas para que mejor usen transporte público si quieren entrar al centro. Son 11,5 libras esterlinas por día lo que cuesta el cobro por congestión en Lóndres, aproximadamente unos $50.000 pesos colombianos.
Imagen tomada de: http://combo2600.com/atrevetete-salte-del-closet/
Así, en términos prácticos uno podría decir, que es mejor la medida de cobrar por no tener pico y placa, porque no toca pagar la tecnología, pero el problema es que sin estudios no sabremos cuáles serán sus efectos a corto, mediano y largo plazo sobre la movilidad de la ciudad.
Deberíamos saber primero cuántas personas con carro lo pagarían aproximadamente, para así saber si el aumento del trancón causado por “salvarse” del pico y placa, saldría más caro o más barato que la mayor cantidad de tiempo metido en trancones, el mantenimiento o necesidad de construir o ampliar vías, y la mayor polución ambiental. Yo creería que al final, dada la mala oferta del MIO y del colectivo, la mayoría de caleños que han tenido ingresos para comprar un carro, pagarían por la exención y así podría salir peor el remedio que la enfermedad.
Igualmente se debería saber cuál es la proyección financiera de recursos recaudados, para estimar cuánto aportaría la medida al déficit del MIO, que como dije en un artículo anterior es de aproximadamente $1.400 millones por día.
Así las cosas, lo recomendable es hacer un estudio técnico y financiero, que no se demore los 3 años que lleva el estudio del plan de movilidad, que aún no sabemos por qué no lo han terminado. Ya con los resultados de ese estudio, la Administración podría tomar una decisión atendiendo lo que más le convenga a la movilidad de la ciudad, si cobros por congestión zonales, acabar el pico y placa en toda la ciudad vía tarifa, o desestimar la medida y buscar alternativas. Así no caeremos en la mala costumbre como dice Diego Laserna (2014) de copiarnos las medidas que se ponen de moda en otras ciudades, sin adaptarlas a las propias realidades de nuestra ciudad.