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Con un saldo de 14 buses quemados y declarados en pérdida total, 45 vehículos dañados por acción de los vándalos, los cuales estarán por fuera de circulación mientras son reparados, y 18 estaciones afectadas, la jornada de ayer fue calificada por las Empresa Operadoras de Transporte del MIO como la peor jamás vivida en los 13 años de operaciones que ya tiene el Sistema Masivo en Cali.
Los daños y afectaciones ocurrieron durante los desmanes protagonizados por grupos de vándalos que, ante la falta de previsión y apoyo de las autoridades locales, se ensañaron contra el MIO aprovechando la jornada de paro nacional. Las pérdidas por los buses 14 incinerados rondan los $6.400 millones. De ese total, 4 son articulados, otros 9 padrones y uno complementario. A ese valor se debe agregar el costo de arreglar los 45 buses afectados por vandalismo en sus vidrios, ruteros y carrocería, monto que solo se podrá establecer una vez se revise la magnitud del daño de cada uno.
Las Empresas Operadoras de Transporte del MIO reportaron que, de los vehículos declarados en pérdida total, 8 son de GIT Masivo, 2 articulados y 6 padrones; 3 más son de ETM, 2 articulados y un padrón; otros 2 son de Unimetro, un padrón y un complementario; y finalmente, un padrón de propiedad de Blanco y Negro Masivo. Estos vehículos fueron incinerados en las terminales Paso del Comercio (3), Calipso
(3) y Andrés Sanín (3), así como en las estaciones Univalle (3) y Capri (1). Otros dos vehículos fueron quemados en la carrera 1 con calle 72 y en la carrera 23 con calle 58.
“En años anteriores Metro Cali coordinaba con la Policía y con nosotros las medidas de seguridad que se adoptan de manera preventiva ante situaciones como la de hoy, pero en esta ocasión, por más que lo solicitamos e insistimos, no lo hicieron y ahora vemos las graves consecuencias”, explico Julián Beltrán, vocero de las cuatro empresas operadoras.
Ante la falta de previsión de Metro Cali, sobre las 8 de la mañana, cuando el ente gestor del masivo tomó la decisión de suspender la operación por los bloqueos y los desmanes que se comenzaron a registrar en distintos puntos de la ciudad, más de 280 buses quedaron atascados en las vías, algunos alcanzaron a regresar a los patios, otros se refugiaron en las estaciones y terminales del Masivo. Sin embargo, casi un centenar quedaron a merced de los vándalos durante buena parte del día, sin que hubiera una reacción de las autoridades para protegerlos.
La ausencia de medidas también afectó las actividades en los patios de la Empresas Operadoras de Transporte del MIO, siendo ETM la más afectada luego de que un grupo de vándalos hiciera estallar varias papa-bomba en las puertas del lugar. En una medida desesperada se solicitó apoyo al Ejército Nacional que, al final del día realizó algunos patrullajes.
Sobre las 6 de la tarde 150 conductores, en sus respectivos vehículos, continuaban esperando en las distintas terminales del MIO que las condiciones se seguridad mejoraran para llevar los buses hasta los patios. Situación que comenzó a normalizarse a partir de las 7 de la noche y gracias al fuerte aguacero que cayó.
“Nunca habíamos estado tan solos y sin apoyo de las autoridades ante una situación de orden público como la que se vivió ayer en la ciudad. Las autoridades no priorizaron la atención del Masivo y Metro Cali retiró su personal del Centro de Control de la Operación y de las vías apenas suspendió el servicio. Además, nos dieron números de contacto de enlace con la Policía para que nosotros mismos coordináramos, pero los agentes que respondieron nuestras llamadas no sabían quienes éramos ni tenían la posibilidad de garantizarnos el apoyo”, señaló Beltrán.
La caótica situación que no se ha resuelto del todo al final de esta jornada, tiene en vilo la operación del Masivo Integrado de Occidente, por lo que las Empresas Operadoras de Transporte del MIO, en conjunto con Metro Cali, evaluarán durante la madrugada si se puede prestar el servicio con normalidad este jueves 29 de abril.