- 1 vista
Arq. Carlos E Botero R
Si alguien se propusiera hoy escribir la historia de la renovación urbana en Cali es muy probable que no alcanzaría a llenar un par de cuartillas. Al menos si se apegara al concepto impuesto desde el City Planning norteamericano de los años 50 del siglo XX, que fue la pauta para orientar en buena parte los contenidos de los programas de las entonces escasas escuelas de Arquitectura en Colombia que incluían el Urbanismo como una asignatura en su programa curricular.
Así se coronó el primer proceso de renovación urbana del barrio El Calvario de Cali.
Bajo tal perfil desde los años sesenta se definió en Cali el área de la llamada Galería Central o de El Calvario como objetivo de la primera operación aleccionadora para erradicar todo rastro pestilente de lo que el mercado había generado a su alrededor. Se demolió el mercado, paradójicamente llamado por costumbre “plaza de mercado”, y se dispuso la manzana entre las calles 12 y 13 y entre las carreras 9 y 10 de la actual nomenclatura, para que fuese erigido en el lugar el pomposamente bautizado Palacio de Justicia. La manzana cambió, por supuesto, pero el mercado se extendió por varias manzanas alrededor, incluyendo las calles, ocupadas por cientos de ventas de toda clase de productos para echarle a la canasta. Así se coronó el primer proceso de renovación urbana del barrio El Calvario de Cali. La lección que tal experiencia dejó nadie la aprendió, ni al menos los que primero debieron evaluarla desde la municipalidad. Es muy probable que los impulsores y diseñadores del proyecto podrían hoy argumentar que lo que se hizo fue un trabajo incompleto pues si se hubiesen respetado los cánones, la operación debió ampliarse varias manzanas alrededor.
No hablamos de Erucali, con el flamante nombre de Empresa de Renovacion Urbana de Cali, porque nació en 1979, no creció y se liquidó en 1990, a pesar de los gastos, inversiones y sueños de sus propulsores.
Medio siglo –cincuenta años- después, como un pleonasmo, El Calvario reinicia su calvario hacia la renovación total, sólo que esta vez se incluye no solo el barrio sino los circunvecinos de San Pascual y Sucre –sólo para empezar-.
Qué aparece a partir de 2010 en el panorama de la ciudad que permitirá superar las anteriores dificultades para que asegure el Municipio de Cali que Ciudad Paraíso es una realidad posible? Nada distinto a que, finalmente, aparecieron los posibles inversionistas internacionales con el suficiente músculo financiero para medírsele al negocio, capaces además de convencer a inversionistas inmobiliarios locales, que siempre fueron reacios a este tipo de operación en beneficio de la expansión del perímetro urbano hacia el sur de Cali, para que se unieran a la aventura.
Los negros nubarrones de la presente temporada lluviosa parecen detenidos sobre el área seleccionada
Los negros nubarrones de la presente temporada lluviosa parecen detenidos sobre el área seleccionada pues el esperado aliado institucional, la Fiscalía de la República, parece no tener dentro de sus planes próximos acometer las obras correspondientes a su nueva sede, proyecto considerado el jalón fundamental del proceso de construcción de Ciudad Paraíso. No importan todos los esfuerzos de la EMRU por facilitar el camino, adquiriendo predio a predio las manzanas seleccionadas para la prometida edificación.
Si este intento fracasa, habrá fracasado el modelo de renovación urbana tipo “Hiroshima” donde hay que hacer desaparecer manzanas completas
Si este intento fracasa, habrá fracasado el modelo de renovación urbana tipo “Hiroshima” donde hay que hacer desaparecer manzanas completas, y de una sola vez, para construir sobre las ruinas el sueño dibujado de una parte nueva de la ciudad. Es el modelo que desconoce todo proceso de renovación puntual hecho a partir de un solo edificio, si acaso de una sola manzana o de parte ella. Ya veremos las lecciones que nuestra propia experiencia nos muestra y que parece no merecen ni siquiera su evaluación.