Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.
Siendo el proceso de urbanización uno de los aspectos mas sobresalientes de nuestro tiempo, la ciudad de Cali continúa en esta materia creciendo de manera espontánea y caótica con los cambios económicos, políticos y sociales y el acompañamiento de una serie de problemas urbanísticos, ambientales, de movilidad, conservación del espacio público, seguridad, transporte, servicios públicos, salud, educación, vivienda, etc., que deben hacer parte de las prioridades a resolver por la administración municipal durante la gestión del mandato al alcalde Armitage.
Lamentablemente la ordenación del desarrollo de la ciudad está orientado en buena medida a la simple construcción de nuevas vías, puentes, avenidas, oficinas, bodegas, centros comerciales, edificios para viviendas, que si bien es cierto representan un avance y progreso material muy importante para la ciudad, se han convertido en la razón de ser de la misma en donde predominan el desempleo, la pobreza y la desigualdad social de la cual tanto se lamenta el alcalde Armitage, pero que en el fondo no constituye un aspecto esencial del desarrollo y bienestar de la población caleña.
Está claro que la presión que ejercen los urbanizadores y constructores a los gobernantes desde las cámaras de comercio y de la construcción, hacen que estos tengan como objetivo principal de su gestión la adecuación del territorio para el desarrollo de mas obras viales y de su adecuación para la construcción de nuevas urbanizaciones, que generan un crecimiento desmesurado que dificulta en todo sentido el normal funcionamiento de la ciudad.
En esta oportunidad el Concejo Municipal siguiendo esta misma línea de conducta acaba de aprobar un proyecto de acuerdo que le permitirá al alcalde solicitar un préstamo por $194.500 millones para ejecutar obras de infraestructura en el sur de la ciudad financiadas con vigencias futuras que conllevan a un mayor endeudamiento de las finanzas públicas que se cargarán al presupuesto municipal que se nutre de los costosos y onerosos impuestos que pagan los caleños y que debieran utilizarse en parte para resolver los problemas que aquejan a la ciudad en general.
De esta manera la política pública cede ante el interés particular que se lucra del aporte que realiza la municipalidad y que poco o nada tiene que ver con las verdaderas necesidades del pueblo caleño, que tiene que pagar los costos de este tipo de progreso y desarrollo con los cuales se benefician algunos sectores sociales, mientras se paralizan las obras que como la renovación de las redes de acueducto y alcantarillado deben ejecutarse cuanto antes debido a su obsolescencia y falta de mantenimiento que hace que las gentes mas pobres de la ciudad tengan que lidiar con los estragos del clima y de las inundaciones que generan el río Cauca y sus afluentes.
Finalmente la persistencia del alcalde de inyectarle mas recursos al MIO constituye una estrategia que linda con el detrimento patrimonial de los recursos públicos, que tan solo benefician a los operadores privados de este tipo de transporte, al tiempo que no se mejora la calidad del servicio que hoy reclaman los usuarios.
Por lo demás, servicios como la salud y la educación dejan mucho que desear pues es muy poco lo que se hace para mejorarlos, no obstante los esfuerzos de la administración municipal, lo cual no deja de ser mas que un paliativo al igual que las políticas en materia de empleo que se ofrecen a los jóvenes pertenecientes a los sectores mas vulnerables de la ciudad, en donde crece la informalidad derivada de la ausencia de verdaderas fuentes de trabajo estable y duradero que no se promueven y menos se garantizan por el sector público y privado.
Llamamos a todos los caleños a reflexionar sobre el futuro de la ciudad, sus problemas y eventuales soluciones, las cuales deben partir no solo de la administración municipal sino de la iniciativa ciudadana, ante tanta indolencia, populismo y demagogia oficial.
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social