Agua vs. Minería ilegal y coca

Por Nicolas Ramos Gómez el Sáb, 07/04/2018 - 1:17am
Edicion
363

Nicolás Ramos Gómez

Se habla que estamos en el año  del agua y dan consejos para ahorrarla. Ello es importante, pero su ahorro es solo una parte del problema que a nivel mundial es cada día mayor, tanto por el crecimiento vertiginoso de su demanda por la explosión demográfica como por la mayor demanda para las actividades industriales y agrícolas. Pese a que el 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua, solo el 2.5% es agua dulce y cerca del 70% de ella se encuentra en los glaciales y capas profundas de la tierra.

Colombia es rica en precipitaciones pero tenemos periodos de lluvias y de verano, lo cual obliga que para satisfacer su demanda, que es una constante a lo largo del año, es indispensable guardar los excedentes de los periodos de lluvia para tenerla disponible en los veranos. Es algo elemental que seguimos  olvidando. Es lo ocurrido con el Plan del Agua estudiado desde 1990 por la antigua CVC, cuando era la agencia para el desarrollo integral de la cuenca alta del Río Cauca, Plan que duerme indolente en los anaqueles, como tantos otros estudios importantes.

Igualmente en el país nada se hace para cuidar las cuencas de los ríos y ello es lo que ocasiona las grandes avenidas que destruyen poblaciones. En estos días se habla de la reconstrucción de Mocoa, pero ni una palabra sobre la causa de la catástrofe ni del cuidado y reforestación de su cuenca para prevenir que se repita la gran avenida que la puede volver a destruir, igual que a Corinto. A lo anterior hay que sumar las más de mil palas mecánicas y sembrados de coca y amapola que destruyen cuencas y montes de galería que son las alcancías del agua.

Ahora que parece ha aparecido el señor Ministro del Medio Ambiente, sería interesante que hablara de lo vital que es para el país cuidar los bosques, combatir la dañina minería ilegal y los crecientes sembrados de coca y amapola y no solo cacarear sobre el petróleo que emerge de un pozo mal sellado o que nuevas presiones en el subsuelo originan que emerja el crudo en otro lugar, pero nada de lo importante que es el cuidado de los bosques. Si también hablará de estos, su resurrección sería cierta y no solo en las pantallas de la televisión para amenazar a Ecopetrol con un problema de la mayor gravedad, pero en tanto no cierra una sola mina de las que destruyen los bosques y contaminan los ríos con mercurio.

En otras palabras descuidamos lo vital para la vida y seguimos destruyendo todo a “la vista de la muda, ¡a la vista de absorta caravana!….”, como decía el Maestro Guillermo Valencia.

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