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Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.

En el nuevo testamento, en el libro de Lucas, encontramos la celebre frase que el evangelista atribuye a Jesús; “De cierto os digo, que ningún profeta es aceptado en su propia tierra”.
El refrán cae como anillo al dedo y describe lo que ocurrió con la polémica decisión de esta semana del nombramiento de Presidente del gremio mas representativo de la región, ASOCAÑA.
ASOCAÑA, fundada en 1959, representa al sector agroindustrial de la Caña de Azúcar, promoviendo su dinámica evolución mediante un desarrollo socio económico sostenible. El gremio simboliza la pujanza tradicional del valle geográfico del rio Cauca. Las mas de 250 mil hectáreas cultivadas por miles de cañicultores, beneficiando medio centenar de municipios en cinco departamentos, generando mas de 290,000 empleos, irrigando bienestar, estabilidad laboral en la cadena de valor, dinamizando la economía local, regional y nacional son apenas algunos esbozos generales de la importancia del sector.
En los últimos quince años, el sector inicio la producción de alcohol carburante, mediante la inversión en 6 destilerías, con producción cercana a los 400 millones de litros, destinada a la oxigenación de la oferta de gasolina nacional hasta en un 10%, aportando significativo y positivo impacto medioambiental. Simultáneamente emprendió proyectos de cogeneración de energía aportando, con once plantas, a la oferta nacional de energías limpias y renovables. Es articulador de diversas entidades publicas y privadas en recuperación, protección y preservación de las cuencas hidrográficas conducentes hacia el eficiente uso del recurso hídrico. Su contribución consolidada al PIB agrícola es cercana al 5%, aproximadamente el 3% del industrial y el 1% del total.
Las cifras anteriormente citadas dimensionan la magnitud del sector y su complejidad. A las amenazas permanentes de importación de alcohol carburante subsidiado, azúcar de inferior calidad para el sector alimentario y cargas impositivas fiscales y tributarios, del orden local, regional y nacional debe sumarse la equivocada cosmovisión cultural indígena que pretende despojar tierras productivas trasladándolas al mercado terminal de territorialidad.
Pretender, como sucedió recientemente, que el representante del gremio, debía ostentar un alto perfil, que no se podía encontrar regionalmente es miopía, equivocación y típico del canibalismo vallecaucano. La equivocada designación, afortunadamente corregida, es una salida en falso de la actual estructura directiva del gremio.
El Consejo Gremial Nacional, el gremio de gremios, agrupa los 27 gremios mas representativos del país, incluyendo Asocaña. Que error y señal conceptual equivocada de la dirigencia azucarera cuando el 25% del Consejo Gremial es ocupado por destacados vallecaucanos en representación de múltiples gremios.
Contrariamente a la desafortunada concepción de la dirigencia azucarera, el Valle del Cauca es un semillero de exitosos dirigentes gremiales.
Juan Martin Caicedo Ferrer, ex director de la Cámara de Comercio de Cali es Director Ejecutivo de la Cámara Colombiana de Infraestructura. Julián Domínguez Rivera, también ex director de la Cámara de Comercio de Cali es Presidente Ejecutivo de Confecamaras. Santiago Castro Gómez, ex parlamentario es Presidente de Asobancaria. Augusto Solano Mejía, quien estuvo vinculado al sector azucarero, es Presidente de Asocolflores. Jaime Alberto Cabal Sanclemente, ex ministro de estado, es Presidente de Fenalco. Francisco José Lloreda Mera, también ex ministro, es Presidente Ejecutivo de la Asociación Colombiana del Petróleo. Germán Arce Zapata, otro destacado exministro vallecaucano es Presidente de la Asociación de Fiduciarias, 2019.
El Valle del Cauca no puede enviar señales equivocadas convirtiéndose en el hazmerreir y mofa nacional.
La importancia de ASOCAÑA no puede dilapidarse ante equivocados juegos de poder. El gremio y sus asociados merecen respeto y observancia al sector mas importante de la región.