Los científicos y analistas del acontecer en el Planeta Tierra cada día tienen más claro y así tratan de comunicarlo a la humanidad, que muchas de las políticas económicas que hoy se predican y practican no son las que contribuyen a conservar los recursos de la Tierra para garantizar la supervivencia humana. A lo anterior se puede agregar las películas de ciencia ficción que presentan como realidad en el espacio sideral cosas que son imposibles: naves que viajan por el espacio sideral como barcos en los mares terrestres o la trasmisión electrónica de seres vivos, otro imposible físico. Hoy se pueden transmitir documentos gracias a que se convierten a unidades binarias, pero volver un cuerpo humano electricidad y el aparato receptor volverlo a recuperar es imposible pero mucha gente lo cree posible.

Tampoco existe la posibilidad, con los recursos energéticos de la Tierra, enviar una nave a Alfa de Centauro, el planeta más cercano a cuatro años luz. Impulsar un cuerpo de 1 kilogramo a la velocidad de la luz (300.000 kilómetros por segundo) para iniciar el viaje requiere 90.000 millones de unidades de energía. Imaginen la energía de una nave para transportar dos seres humanos con recursos para vivir esos cuatro años y qué tal si pensara en regresar.

Pero volviendo al inicio, mucho de lo que hoy se predica no es valedero en el tiempo. Tomemos el caso del PIB que cuando aumenta se anuncia como el gran logro económico. Pero ese supuesto crecimiento está basado en el consumo sin reposición de lo gastado. En otras palabras, consumiendo el futuro. Igual todos hablan de los combustibles limpios como sustituto de las plantas de carbón y gas. Cuando nuestra demanda de energía eléctrica crece del orden del 8% anual, lo que se instala con sol y viento no alcanza ese porcentaje y la vida útil de los paneles solares, según informes, es de apenas 20 años. Otro de los problemas de estas energías limpias es donde almacenarlas si su generación, que no es controlable, no coincide con la demanda.

Siendo cansones y reiterativos, se debe y cuanto antes construir las hidroeléctricas estudiadas y las por estudiar para tener garantizado el futuro energético. Un ejemplo de lo que puede pasar con las energías limpias es lo que ocurrió con las plantas nucleares, de gran moda hace unos años y hoy todas se están cerrando, pues con estas son mayores los riesgos que los beneficios.

Reiteramos que debemos ser como las previsoras abejas y hormigas.

Nicolas Ramos Gómez

Nicolas Ramos Gómez

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP