La percepción que tienen los caleños sobre los problemas de la ciudad de Cali puede calificarse de preocupante e inquietante según se desprende de las encuestas realizadas por INVAMER, en donde además se mide el grado de aprobación o desaprobación del actual alcalde Alejandro Eder.
Así las cosas, mientras en el pasado mes de febrero el grado de aprobación del alcalde era del 64%, la medición realizada la semana comprendida entre el 10 y el 14 de abril bajó al 49%, y su desaprobación pasó del 21% al 34%
Por otra parte y según la misma encuesta, de un listado de problemas los que más inquietan a los caleños son en su orden: la inseguridad con un 52.4%, el desempleo con un 13.3%, el cubrimiento y calidad de la salud el 4.0%, a lo cual se le suman otros como la corrupción con el 3.5%, la pobreza el 3.5%, la calidad del transporte 3.1 %, la calidad de la educación el 1.6%, las basuras solo el 0.5%, resultado que no corresponde a lo que se vive en la ciudad y que fue objeto de permanente agitación en la agresiva campaña electoral que enarboló la corrupción, las basuras, el transporte como banderas de campaña y del “libro blanco” del actual alcalde.
Dichos datos derivados de la encuesta sin duda serán tenidos en cuenta por el mandatario para elaborar nuevas políticas públicas dirigidas a mitigar por lo menos los efectos de una crisis que se ha intensificado y extendido a todos los niveles de la vida social, generándose con ello graves daños y perjuicios para la comunidad caleña. En este caso, de lo que se trata es que en el Plan de Desarrollo que presentará al Concejo Distrital se debatan estos asuntos con objetividad y se propongan alternativas de solución acordes con la realidad social de Cali.
Para ello debe profundizarse en las causas que producen dichos fenómenos ya que no se trata de aplicar paliativos que poco o nada contribuyen con el mejoramiento de las condiciones de la población en tanto, rebasan las posibilidades para que las autoridades puedan resolver los problemas dentro del marco de la Constitución y de la ley.
No sobra agregar que la gestión administrativa debe realizarse permanentemente en función del interés general y conforme a los principios de eficiencia, eficacia, moralidad, publicidad, lo cual no puede concebirse como una simple formalidad o como una manera de cumplir con determinados compromisos electorales con los cuales se pone en duda la legitimidad de la gestión administrativa.
Ahora bien, en cuanto al cambio de percepción de los caleños respecto de la gestión administrativa del alcalde Alejandro Eder, está claro que aquellos no están de acuerdo con el manejo que se le está dando a dicha gestión, en tanto que las acciones que se realizan con gran despliegue publicitario no están dirigidas a resolver los problemas que padecen los ciudadanos, a la vez que se advierte el propósito del burgomaestre de comprometerse con la ejecución de una serie de obras urbanísticas como la terminación de la “vuelta de occidente” en un sector que ha generado un gran daño ambiental y el tren de cercanías que no obstante revestir especial importancia para la zona metropolitana, no constituye en la actualidad una obra prioritaria ni urgente para acometer como sí lo son aquellas que guardan relación con los problemas señalados en las encuestas, que afectan directa e indirectamente a los ciudadanos y respecto de las cuales esperan soluciones que no llegaron mientras que los alcaldes que le antecedieron no hicieron más que “hacer lo mismo con los mismos”, amén del reconocimiento que exigen y del culto a la personalidad.
En cuanto a la percepción que los caleños tienen de la gobernadora es necesario señalar que la encuesta únicamente se realizó en la ciudad de Cali dejando por fuera los otros 41 municipios del Valle del Cauca. Sin embargo, al comparar el nivel de aprobación del 42% en la medición del pasado mes de febrero con el resultado de la de abril del 40%, no se advierten mayores cambios en tanto, su desaprobación se mantiene en el 45% en ambas encuestas.
Tanto las encuestas sobre alcaldía como la de la gobernación no miden el clima de polarización que se vivió durante las campañas electorales en Cali, en donde el partido del gobierno del presidente Petro obtuvo una gran votación frente a los demás partidos que participaron en la contienda electoral.
ADENDA: El gobierno nacional del cambio social debe atender los reclamos de alcaldes y gobernadores que exigen mayor autonomía para sus regiones las cuales podrán convertirse en verdaderas entidades socio-económicas para impulsar el desarrollo económico y social del país y con lo cual se lograría establecer un nuevo balance y equilibrio entre el poder central y el regional, pensando en que por este camino se podrán fortalecer los municipios y acabar con los departamentos que se convirtieron en nic