Dialogo con Juan Daniel Oviedo, Concejal de Bogotá por estatuto de oposición, hoy líder nacional que sacó 617.000 votos a la alcaldía de Bogotá, en dialogo con Caliescribe, con el director, Ramiro Varela M.
Oviedo es de Bogotá, 47 años, economista, con la mitad de su corazón en el Valle, la mamá importante en la vida de Juan Daniel, tuvo su primera vida en Cali, hermanos caleños Roberto y Margarita; con estudios de economía en Bogotá en la universidad del Rosario, ganó beca para hacer doctorado en economía en Toulouse en Francia. Más de 19 años de trabajo continuo en La Academia en la Universidad del Rosario, en el sector público en Ministerios, Asesor de Agencias de Regulación y como Director de DANE y ahora concejal de Bogotá por ser la segunda mayor votación para la alcaldía de Bogotá.
Como Director del DANE, generó reconocimiento público¿Usted lo sintió en esa excelente votación que tuvo para la alcaldía Bogotá?
Yo creo que sí, estoy convencido que mi tarea en el DANE proyectó credibilidad frente a los datos y los resultados que yo compartía con toda la ciudadanía, en todo el país y esa credibilidad gracias a una campaña política fresca, innovadora, y sobre todo cercana a la gente, poco a poco se convirtió en confianza, que nos permitió a pesar del miedo tan fuerte que tuvimos en las elecciones de Bogotá, de querer derrotar al candidato del presidente Gustavo Petro, que llevó a que mucha gente por miedo votara por el alcalde Carlos Fernando Galán. Logramos 616.902 votos que nos tienen muy emocionados, porque son votos que no solo sucedieron efectivamente en Bogotá, sino que en el resto del país muchas personas siempre nos dicen, si hubiéramos estado en Bogotá, y si viviéramos en Bogotá, hubiéramos votado por Oviedo a la alcaldía.
Hablemos inicialmente de lo que es el Producto Interno Bruto colombiano, ¿Cuál es el PIB y usted cómo lo califica internacionalmente?
Importante para aquellos que no estén familiarizados con el concepto, Producto Interno Bruto, es el valor que tiene la riqueza que se genera en una economía en un periodo determinado, en este caso si estamos hablando del año 2023 sería de todo el año 2023. Este PIB en el año 2023 en Colombia tuvo un crecimiento nunca antes visto, a excepción de la pandemia, fue mediocre del 0,6%, muy por debajo de las expectativas de los analistas y también en este caso comparado con otros países de América Latina y de Centroamérica, estamos viendo que nuestro resultado fue muy inferior por ejemplo al crecimiento de la economía de Brasil que fue del 2,9% o de México del 3,2%. Entonces aquí lo que nosotros vemos, es que la ausencia de inversión pública, de incentivos claros al sector construcción, la ausencia de una política industrial clara, y un fortalecimiento del sector servicios además de esa política industrial. Le cobraron factura a una economía que sabíamos iba a tener un frenazo ,debido a que durante 2021 y 2022 tuvimos un crecimiento fundamentado en el consumo, y no necesariamente en la inversión. que llevó a que ese exceso de consumo, junto con un componente de costos internacionales y que generara una inflación significativa en la economía, lo que llevó a que las tasas de interés se incrementaran a lo largo del año 2022 y anunciaran ese frenazo que íbamos a ver en el año 2023, pero no de esas magnitudes debido precisamente a la indolencia del gobierno del presidente Gustavo Petro, con el sector construcción y con la obra pública que es la herramienta más importante que tiene un gobierno para mejorar las condiciones económicas de su país y de su sociedad.
Hablémos PIB en millones de dólares, ¿Cómo evalúa a Colombia?
Desafortunadamente Colombia tiene una historia mixta, y estoy seguro que las personas que nos ven aquí en Caliescribe pueden confirmar lo que voy a decir: primero en el largo plazo, si nos comparamos con lo que era Colombia en los 80s o en los 90s, el crecimiento de la riqueza en Colombia desde los 90s hasta hoy el año 2024 ha sido mucho más importante que el de economías desarrolladas por el fenómeno de la convergencia en el crecimiento económico e incluso de muchas economías emergentes y economías latinoamericanas. Sin embargo a pesar de que en el largo plazo tenemos ese logro o ese elemento destacable en nuestra capacidad de generar riqueza, en la coyuntura reciente, Colombia ha desaprovechado oportunidades importantes que generan fuentes de crecimiento como las nuevas tecnologías, la prestación de servicios, que incluye muchísimo a la población joven y el desarrollo de infraestructura. El pais no ha tenido la potencia para poder, primero ayudarnos a ser más competitivos y a reducir los sobrecostos de nuestras exportaciones y de la carga que entra al país vía importaciones por la dificultad del transporte de carga por carretera, por la mala calidad de nuestros sistemas troncales de transporte. Entonces esa obra pública o esas obras civiles no han sido lo suficientemente robustas para que Colombia sea capaz de ser más competitiva transportando su carga y a las personas a lo largo del país; pero tampoco ha inyectado sus recursos a la economía en donde hay que recordarle a las personas que nos ven y nos escuchan, que los principales sectores impulsores de crecimiento de la economía, son la construcción, las obras civiles, las actividades manufactureras, como la fabricación de textiles, la fabricación de productos eléctricos, de alimentos, y algo supremamente importante que desafortunadamente el gobierno nacional ha querido despreciar, que es la explotación y exploración de hidrocarburos en el país, y la respectiva elaboración de productos refinados, todos esos sectores en los últimos dos años se han visto completamente paralizados. Por consiguiente Colombia en los años recientes ha tenido un desempeño mucho menos satisfactorio que economías pares en América Latina como lo expresábamos anteriormente, que pueden ser Brasil, Chile y México.
PIB per cápita, Colombia no ha llegado a una cifra importante a nivel internacional,¿Usted qué opina que allí se puede observar la gran desigualdad social colombiana?
Me parece súper importante lo que tú planteas. Cuando nosotros vemos los cálculos que hace el Foro económico mundial para podernos comparar adecuadamente con otros países, en 2023 Colombia alcanzó un PIB per cápita de 15.915 dólares por persona al año, es decir que aproximadamente 1200 y algo dólares por persona. Evidentemente este PIB per cápita de 1.200 dólares al mes por persona o de 15.915 dólares no es un per cápita de una economía desarrollada, pero lo que sí es importante es que, en el horizonte de 20 años, como lo decíamos anteriormente, Colombia tiene el primer lugar en el crecimiento de su PIB per cápita con un crecimiento en 20 años, de ese PIB per cápita en dólares del 159% superando a Argentina que tuvo un crecimiento del 138%.
Entonces en este caso, todavía Colombia, tiene un PIB per cápita inferior por ejemplo al de Argentina con una economía tan resentida en los últimos años, que es de aproximadamente 21.652 dólares, de Chile que son 24.453 dólares y obviamente muchísimo más lejos del PIB per cápita de los Estados Unidos que es de 80.412. Entonces aquí lo que vemos es que Colombia a lo largo de 20 años, ha podido salir, que eso significa el rol que tiene la institucionalidad y la capacidad de que las instituciones económicas se respeten con un rigor técnico, para que en 20 años hayamos tenido el crecimiento más importante de todas las economías latinoamericanas, pero necesitamos que esto suceda con aceleradores que nos permitan ojalá superar el PIB per cápita de Chile, que es casi el 50% o un poco más superior al que tiene en este momento la economía colombiana.
¿Cuál sería la recomendación que usted le haría al presidente Petro, para crecer el PIB colombiano, la economia y en consecuencia al per cápita?
- Recomendación es dejar de divagar y de poner en duda los pilares de la institucionalidad colombiana, ya la evidencia está, somos el país en América Latina que en 20 años vio crecer en mayor medida en un 159% su PIB per cápita. Entonces no podemos seguir divagando o poniendo en duda con argumentos politiqueros el rol de las instituciones económicas en nuestro país, y en este momento lo que necesitamos es que al menos él, como cabeza de su gobierno, haga la mínima tarea, que es ejecutar su presupuesto, no solo el de gasto de consumo, el de empanadas como yo le digo coloquialmente, sino el presupuesto de inversión, el de infraestructura pública, el de carreteras, el de puentes, el de hidroeléctricas, el de universidades que también le gustan a él, pero necesitamos que las obras públicas y la infraestructura civil sea un motor de crecimiento.
- Que entienda que el sector constructor, es un sector que tiene unas economías de escala en las principales ciudades del país, por consiguiente, de un día para otro no puede decir que ya no quiere asignar subsidios a vivienda de interés social a Cali, a Bogotá, a Medellín, o a Barranquilla, porque la vivienda rural no hay quien, en este momento, que la pueda construir muy bien.
- Necesitamos una política industrial de fortalecimiento de sectores manufactureros intensivos en mano de obra como el sector construcción, necesitamos que al departamento del Valle del Cauca se le mire por su potencial de fabricación de alimentos y fabricación de productos químicos.
- Necesitamos que piense en las oportunidades de empleo para los jóvenes y entienda que el sector servicios y los incentivos nacionales o transversales al sector servicios y sobre todo a los servicios apalancados en tecnología, van a ser una herramienta clave para que los alcaldes como el alcalde Eder, o el alcalde Galán aquí en Bogotá, se encarguen de remangarse y poner a la Ciudad de Cali y de Bogotá a generar empleo pertinente para la población joven de nuestras ciudades, porque el empleo en Colombia solo se va a recuperar cuando se trabaje articuladamente con las agendas locales, lideradas por alcaldes y gobernadores de nuestro país.
¿Usted qué haría eventualmente,como Presidente en el tema seguridad?
Lo que necesitamos es ser responsables con que las políticas y los presupuestos siempre van juntos, la desfinanciación que ha tenido la política de seguridad y el sector defensa del país en los últimos años, ha sido tremenda, las fuerzas militares hoy casi que ni tienen para mantener su infraestructura, sus vehículos, sus aviones o helicópteros; tenemos a una fuerza pública como el caso de la Policía Metropolitana de Bogotá en las que el Ministerio de Hacienda no ha querido asignar la prima de orden público, sabiendo que esta ciudad está siendo el foco de una guerra transnacional entre el Clan del Golfo y el tren de Aragua. Lo primero es entender que podemos estar “en paz” porque si firmamos un acuerdo, pero lo que no podemos negar es que necesitamos a una fuerza pública y a unas fuerzas militares que funcionen adecuadamente, y que tengan el presupuesto suficiente para que haya incentivos a defender los intereses de los habitantes del país, pero sobre todo para que haya tecnología y estrategia que nos permita a nivel país, desmantelar los objetivos de alto valor de estas 2 organizaciones criminales que nos tienen en este momento en ascuas, con esa lucha multi crimen, que tienen alrededor del comercio de drogas en todo el país. Lo que necesitamos es presupuesto, para que la tecnología nos permita financiar y obtener información estratégica de inteligencia clave, que nos permita con contundencia ir a las cabecillas o los objetivos de alto valor de estas organizaciones criminales, para que en la ciudad nosotros podamos ver estrategias de convivencia y que podamos establecer cómo empoderamos a la comunidad para resolver el tema de la seguridad. Algo que no se nos puede olvidar es que después de la suscripción del Acuerdo de Paz, pasamos de una criminalidad rural a urbana, ahora tenemos ambas, tenemos violencia en la zona rural, sobre todo causada por el cultivo de coca y ahora la minería ilegal de oro y de otros minerales, y en las ciudades por el microtráfico de sustancias psicoactivas. Entonces aquí lo que necesitamos es un liderazgo, una gerencia, sobre todo un presupuesto que sea consecuente con el estrés en materia de seguridad nacional que está viviendo nuestro país.
Segundo problema del país la pésima educación ¿qué le ofrecería a los colombianos en materia educativa?
- Lo que necesitamos es reconocer que no todo es malo en este gobierno, la reforma en la educación está planteando la garantía plena de que los primeros 5 años de edad de 0 a 5 años estén cubiertos por el sistema educativo público, que tengamos la atención integral a la primera infancia, es la inversión a largo plazo más rentable que puede tener Colombia, porque está demostrado que lo que pasa entre 0 y 3 años, es determinante para el intelecto, para el físico, y para el espíritu de los futuros ciudadanos de nuestro país.
- Necesitamos resolver los rezagos en materia de comprensión lectora y de capacidad de expresión verbal que nos dejó la pandemia en un grupo especial de niños que por el tapabocas retrasaron su proceso lectoescritor de aprendizaje; necesitamos que la educación media 10 y 11, más que atiborrar a última hora de conocimientos en un mosaico que no termina dando resultados a los jóvenes de la educación media, el grado 10 y el grado 11, sea un momento de reflexión, de identificación de para qué son buenas esos jóvenes, cuáles van a ser sus competencias, y de brindar las herramientas de articulación para que esas competencias puedan ser aprovechadas en un sistema de educación pos media, tanto flexible, oficios, habilidades específicas, o el tradicional formación técnica, tecnológica, universitaria, de posgrado, y doctorado, para contribuir al desarrollo económico pero también al desarrollo científico del país. Y sobre todo romper los estigmas de la conversación entre el sector empresarial, la academia, la sociedad civil, y el sector público, porque estos 4 elementos, son el diamante de la gestión de conocimiento en una sociedad a la que nos estamos enfrentando a la tecnología, como una tecnología que nos permite optimizar procesos económicos y sobre todo que nos permite generar riqueza y bienestar a todas las personas que habitamos en nuestro país.
¿Cómo solucionaría ese problema estructural y endémico de la corrupción en Colombia?
Creo que en ese punto más que esperar que la cultura y los valores resuelvan el problema de la corrupción, lo que necesitamos es que un gobierno abierto y la tecnología nos resuelvan los problemas de transparencia y asimetrías de información. Miremos no más cuántos escándalos se han destapado gracias a la existencia del Secop y todavía nos hace falta muchísimo mejorar ese gobierno electrónico de la contratación estatal, para que siendo transparente tengamos la tranquilidad de que cualquier persona puede verificar la forma en la que se están ejecutando los recursos públicos, y así vamos a poder permitir que haya honestidad, rendición de cuentas y transparencia en el servicio público.
Y otro elemento muy importante es lograr la financiación estatal de campañas políticas. El hecho es que Colombia no sea audaz a la hora de financiar campañas políticas, bien sea de movimientos ciudadanos o de partidos políticos en su totalidad, lleva a que se busquen rentas de contratistas ilegales, informales, que terminan llevando a gobernantes a usar el poder no para que sea útil a toda la sociedad, sino para pagar los favores de las personas y los contratistas que los financiaron para llegar a la Presidencia, a la Alcaldía, a la Gobernación, a las Asambleas, o a los Concejos distritales.
El Presidente Gustavo Petro no presentó en su programa, ni en su plan de desarrollo, reforma constitucional que propone, ¿Usted qué opina?
Me parece que eso es un distractor, una cortina de humo, es difícil no ponerle atención al Presidente de la República porque es nuestro Presidente, tenemos que reconocerlo, es difícil no poner la atención, pero al mismo tiempo no podemos darle la importancia a un proceso de Asamblea Constituyente, que él está proponiendo sin ni siquiera entender, cuáles son los mecanismos que ha establecido la propia Constitución del 91, para poder ser reformada. Es un tema que tiene que ir al Congreso de la República en donde sabemos que el Presidente no tiene la gobernabilidad para poder lograr la aprobación de un proyecto de ley o acto legislativo que convoque a esta Asamblea Constituyente, requiere un proceso de definición de constituyentes. Eso no se resuelve con asambleas populares, o asambleas universitarias, o asambleas estudiantiles, o asambleas sociales, no, Colombia tiene una institucionalidad que hay que respetar y lo que está vigente que es la Constitución del 91, define claramente que cualquier iniciativa de Asamblea Constituyente, debe ser convocada por el Congreso de la República que también es el representante del pueblo colombiano.
El Presidente no es el único representante del pueblo de Colombia, son todas las instituciones del estado, en este caso el Congreso de la República, la justicia y en la rama ejecutiva, son las tres ramas del poder público que representan el poder del pueblo en unas instituciones que hemos definido en nuestro país. Entonces aquí no hay como podamos establecer una Asamblea Constituyente de la forma como la quiere el Presidente de la República, por consiguiente, es una invitación a que es difícil que tengamos mesura, pero tenemos que entender que aquí lo que hay es una cortina de humo, que busca distraer el fracaso del Presidente con sus reformas sociales y con su forma de gobernar, que en realidad ha sido un desgobierno como lo hemos visto hasta este momento.
¿Usted como eventual candidato presidencial, lo dicen en la calle, agenciaría una Asamblea Nacional Constituyente para temas que el Congreso no ha sido capaz de resolver?
Primero precisar que nosotros tenemos los pies puestos en la tierra y en este momento estamos con nuestra labor del Concejo de Bogotá en el marco del estatuto de oposición, pero yo creo que cualquier Presidente de la República debe poder llegar a gobernar con la suficiente legitimidad para invitar a que el Congreso de la República haga las reformas necesarias desde el punto de vista social y económico, para que Colombia pueda construir a partir de lo bueno que ha hecho en el pasado y corregir los errores o las ausencias que también se han cometido en el pasado. Creo que la institucionalidad que nos da la Constitución del 91 es supremamente robusta, es una Constitución de 33 años que cumplimos este año, es una Constitución que 33 años la edad de Cristo, tiene la posibilidad de seguir mejorándose y de seguir garantizando ese estado social de derecho y ese concepto de estado de bienestar que tan revolucionario ha sido en Colombia, que nos ha permitido en los últimos 20 años ser el país que más ha permitido crecer el PIB per cápita en sus habitantes.
Un mensaje a los colombianos y a los bogotanos
El mensaje final más importante es, hay que respetar la institucionalidad, hay que ser críticos de las mejoras que podamos hacer a esa institucionalidad, pero lo que no podemos permitir es que lo que tanto nos ha costado durante 33 años, como es tener este bloque de institucionalidad, de políticas sociales, de gobernabilidad tributaria y de gobernabilidad económica, queramos arrasar todo esto, para saltar al vacío a unas supuestas instituciones populares que no tienen ningún sustento, ni ningún referente exitoso en ninguna parte del mundo. Por consiguiente, lo que tenemos es que garantizar que lo bueno que se ha hecho en Colombia se mejore y lo que nos ha faltado suceda con celeridad para que verdaderamente seamos un país de bienestar, seamos un país de oportunidades y ese país menos desigual que todos anhelamos para Colombia y para nuestras ciudades como Cali y Bogotá.